Coronavirus y vuelta segura a las aulas...
La burocracia sindical de CCOO-UGT-CGT-STEM intenta frenar la indignación docente con una huelga de solo 2 días y un programa light que oculta que el capitalismo es el responsable
¡Por una HUELGA INDEFINIDA!
A unos días del comienzo del curso escolar el Gobierno de la Comunidad de Madrid de Isabel Ayuso y su Consejería de Educación no han tomado medidas efectivas para garantizar la seguridad y la salud laboral ni de los trabajadores y trabajadoras del sector de la enseñanza pública ni de su alumnado. La desvergüenza del Gobierno madrileño de las derechas del PP y Cs, apoyado en la extrema derecha de Vox, es tremenda ya que se ha limitado a una bajada raquítica de la ratio de alumno por clase, decidiendo meter a 20 o 23 alumnos en una clase, y una ridícula subida de contratación de docentes, solo 11.000, que viene a ser solo tres profesores por centro educativo, absolutamente insuficiente, cuando se necesitarían mínimo 10 veces más. Y máxime, cuando, recordemos, que para ese curso 2020/21 Consejería de Educación ha eliminado más de 14.000 plazas en la escuela pública. Esta situación es gravísima y pone en peligro al conjunto de la comunidad educativa. Las políticas privatizadoras del PP en la educación madrileña desde hace años suponen un trasvase de fondos públicos a manos privadas. El gobierno de Ayuso quiere hacer negocios con la Educación Pública desmantelándola en beneficio de la Educación privada-concertada, un negocio en manos de la Iglesia Católica y de la Patronal de la concertada gracias a los fondos públicos. Por su parte, el Gobierno central “progresista” del PSOE y Unidas Podemos y su Ministra de Educación, Isabel Celaá, no ha contemplado para este nuevo curso ningún aumento del presupuesto para la educación pública, o medida alguna para reducir las ratios, contratar profesorado o garantizar la conexión telemática. Y su extremada tardanza para coordinar un plan para una vuelta segura a las clases es inaceptable. Su única acción es la congelación del presupuesto para la educación pública, lo cual conllevará más desigualdad social. Además, la Ministra Celaá solo ha creado incertidumbre para la educación pública por la falta de concreción respecto al destino de los 2.000 millones que se transfieren a la educación.
En la Comunidad de Madrid la falta de un plan seguro para el conjunto de la Comunidad educativa ha hecho que el profesorado se indigne y se movilice ante tan desastrosa situación y ha obligado a las burocracias sindicales de los sindicatos subvencionados “de izquierda” de la enseñanza madrileña (CCOO, UGT, CGT y STEM) a convocar una huelga, pero estos solo han convocado una de solo dos días por nivel educativo con la que pretenden “cubrir el expediente”. Por su parte, la actitud de la derecha sindical de ANPE, CSIF y CSIT es más descaradamente fiel lacaya de Ayuso, declarando que no es necesaria protesta alguna a modo de huelga.
Con tal de no contratar al profesorado suficiente y bajar lo necesario la ratio, el Gobierno de Isabel Ayuso ha decidido que en la Comunidad de Madrid no se va a empezar el curso con clases presenciales en su totalidad, sino que en algunos niveles educativos el regreso a las aulas se hará con una modalidad mixta, “semipresencial”. En los niveles desde Infantil a 2º de la ESO el alumnado acudirá a los centros de estudio mientras que los de 3º de la ESO en adelante combinará la asistencia a clase con la enseñanza online.
Hay que secundar las movilizaciones y la huelga que se han convocado pero la respuesta a la terrible agresión del Gobierno de Ayuso debe ser contestada con más contundencia y hay que denunciar que la huelga, que han convocado las direcciones de los sindicatos subvencionados del régimen, debería ser una Huelga Indefinida.
Ante el repunte de la Covid el considerar una educación presencial sin seguridad sería un crimen, y también hay que señalar que una educación exclusivamente online es discriminadora y segregadora ya que atenta contra el alumnado de clase obrera por la existencia de una brecha social y digital. Se ha comprobado en el periodo de confinamiento del curso anterior que no es lo mismo el alumnado con recursos, con una habitación y un ordenador con wifi para él solo que el que no lo tiene.
Respecto a la solución de la “semipresencialidad”, una educación semipresencial sin bajada de ratio suficientes, ni otras medidas necesarias, supone una sobrecarga lectiva para el profesorado y una inseguridad para toda la comunidad educativa. Es necesaria la enseñanza presencial, siempre y cuando las condiciones sanitarias lo permitan, para garantizar la igualdad de oportunidades, evitar las brechas sociales y digitales y no poner en riesgo a nadie. No hay mejor medida de seguridad que la bajada de ratio a la mitad y el incremento de profesorado al doble. Por lo tanto, es obligada una enseñanza presencial con la principal medida de seguridad, una imprescindible bajada de ratios, que debe ser complementada con muchas otras necesarias medidas.
Aunque hay que ir más allá, como explicaremos más abajo, hay que apoyar lo que dice la indignación docente: el “Personal educativo de Madrid por una vuelta segura”, movilizado en estas semanas en distintos grupos de Telegram, ha recopilado 15 medidas para una vuelta segura, parte de las cuales se han visto obligado a asumir los sindicatos convocantes de la huelga. Estas reivindicaciones del profesorado indignado son la bajada a la mitad de las ratios de alumnado por aula, desdoblando grupos, para poder respetar las distancias de seguridad, el aumento al doble de las plantillas del profesorado, la dotación en todos los centros de personal de enfermería, el aumento del personal de limpieza, administración, control, integración social y servicios educativos, el aumento de los recursos para la atención a la diversidad en todos los centros para la compensación de desigualdades, más recursos para la corrección de la brecha digital, la exención para el personal docente y no docente de cualquier responsabilidad si se produjera un contagio, la sustitución inmediata mediante interinos de aquellos docentes en situación de baja médica, la dotación de EPI para los y las trabajadoras de los centros educativos, etc..). Hay que asumir también las medidas del “Grupo de trabajadores vulnerables”, como la del cambio de puesto de trabajo a una actividad sin relación con posibles enfermos asintomáticos, para todo el profesorado con enfermedades crónicas con sus patologías descontroladas y para las trabajadoras embarazadas.
En caso de nuevos confinamientos parciales o totales, habría que establecer planes donde la educación sea tratada como un servicio esencial. Es necesario dotar al sistema de los recursos para minimizar el impacto de nuevos confinamientos. Cuando la presencialidad no sea posible para todo el alumnado, se debe garantizar la atención especializada al alumnado más vulnerable y propiciar que la educación presencial vuelva lo antes posible, sobre todo para el alumnado que más lo necesita. Así mismo, es necesaria la dotación de recursos y equipos para el profesorado (como ordenadores) para que pueda atender al alumnado en situación de confinamiento.
¡A LA RAÍZ DEL PROBLEMA! ¡EL CAPITALISMO ES EL CULPABLE!
Pero no se podrá defender ninguna de estas reivindicaciones sin reivindicar un aumento del presupuesto en educación y sin señalar que hay que ir a la raíz del problema: hay que acabar con el artículo 135 de la Constitución, que el PP y el PSOE modificaron en 2011, que prima el pago de la deuda a la inversión en Educación y Sanidad, y yendo todavía más allá, hay que dejar de pagar la deuda a la banca y los fondos internacionales que docentes y estudiantes no han generado.
Por muy extensa que sean las tablas reivindicativas, no se obtendrá nada (ni menos ratio de alumno por aula, ni menor horario lectivo…) si no se atenta contra el beneficio capitalista de las empresas educativas privadas y la Iglesia Católica. Hay que exigir la no financiación pública de centros privados-concertados, exigiendo a su vez la ruptura inmediata de los acuerdos con la Santa Sede y la expropiación sin pago de todos los inmuebles de la Iglesia. Para empezar, se podría ahorrar con varias medidas inmediatas para ser destinadas a la contratación de más profesorado para bajar las ratios a lo máximo posible y para que hubiese más dinero para que la pública pudiera tener mejores medias de seguridad ante la Covid, como, por ejemplo: para no mezclar los grupos burbuja y no segregar clases por creencias religiosas, habría que suprimir la asignatura de Religión, y que se reforzara cualquiera de las otras materias. Para evitar la rotación de alumnado en centros bilingües, habría que suprimir el Programa de bilingüismo, además de porque es segregador, porque clasifica al alumnado y a los docentes y porque discrimina sobre todo al alumnado con necesidades educativas especiales (ACNEE). Hay que aprovechar esta medida para evitar la rotación y movimiento del alumnado por los centros para explicar que, además, el impartirse otras asignaturas en lengua inglesa repercute negativamente en el desarrollo de los contenidos de esas asignaturas y tampoco beneficia el aprendizaje correcto del inglés, y menos en una situación como la actual amenazada por el Coronavirus y de posibles confinamientos.
Para invertir en Educación, por lo menos triplicando lo que ahora se invierte, hay que dejar de financiar instituciones como la Monarquía o la Patronal y de conceder desgravaciones fiscales a quien lleva a sus hijos a la escuela Privada o de permitir que la Banca haga negocios en la Universidad. Hay que reivindicar el No al pago de la deuda a la banca y los fondos de inversión. Los bancos privados del capital financiero español, que quebraron con el estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2008 en EEUU, son los responsables de quedarse con los fondos del Estado para salir de su crisis dejando endeudado al Estado, lo que sirvió de excusa perfecta para recortar en Educación, Sanidad y Servicios sociales. ¡Expropiemos a quienes nos expropian todos los días para tener Educación y Salud, vivienda y transportes dignos y de calidad! ¡Fuera la Monarquía, la CEOE, el Ibex 35 y la Banca!
¡No se puede defender la educación pública sin señalar al culpable, el sistema capitalista que no se puede reformar! ¡Hay que derribarlo! ¡No hay defensa de la educación pública sin hacer frente al capitalismo!
¡HAY QUE ACABAR CON LA BUROCRACIA SINDICAL PAGADA POR EL RÉGIMEN!
En este contexto es imprescindible señalar que el papel asignado por el régimen a las burocracias sindicales es el de contener a la clase obrera. Son la quinta columna de la burguesía dentro del movimiento obrero. Sin romper con las burocracias sindicales de los sindicatos subvencionados, atados a la administración y la patronal, los de “izquierda” (CCOO, UGT, CGT, STEM) y los de derecha (ANPE, CSIF, CSIT), que mantienen a los docentes en la desmovilización y venden luchas como hicieron con la Marea Verde de 2011-13, no podremos conseguir ninguna reivindicación de los docentes.
El futuro de los docentes debe ser tomado en sus propias manos por los docentes mismos echando a esa burocracia sindical subvencionada.
Hacemos un llamamiento a las bases de los sindicatos: ¡romped con vuestras burocracias respectivas y recuperad vuestros sindicatos para la lucha! Denunciad a los que desarticulan y frenan movilizaciones, los jefes de los sindicatos con representación (CCOO, ANPE, CSIF, UGT, CGT, CSIT, STEM) y los de los que todavía no la tienen, pero son más de lo mismo, como SOMOS SINDICALISTAS, USO… ¡Por un sindicalismo de clase, sin subvenciones!
Las agresiones a la Educación Pública merecen una respuesta que se corresponda con su gravedad. Solo se puede contestar con formas de protesta contundentes, como, por ejemplo, una huelga indefinida bien preparada y con una plataforma de reivindicaciones contundentes que señalen al capitalismo como el responsable. Es necesaria una respuesta inmediata y firme para organizar la respuesta en la calle y en los centros de estudios.
Hay que evitar que las burocracias sindicales impongan medidas que contengan el enfado de docentes, estudiantes y toda la comunidad educativa, como convocar solo dos jornadas de Huelga, un “calendario sostenido” y tímido y montar una plataforma reivindicativa que no van al fondo del problema. Las huelgas en días sueltos, para acabar proponiendo paros de solo unos periodos lectivos, como ha ocurrido en el pasado, son un parche y una excusa de las burocracias sindicales que están más pendientes de negociar prebendas y preservar la “paz social” que de plantar cara decididamente. ¡Movilización en la calle y hacia una Huelga indefinida en los centros de estudio! ¡Que las burocracias sindicales no impongan medidas tímidas de contención!
Democracia Obrera – Estado español
(adherente a la FLTI – Colectivo por la Refundación de la IV Internacional)
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La derechista y privatizadora Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid (del Gobierno del PP-Cs con apoyo de la ultraderecha de Vox)
Alumnado de la Educación pública hacinado en clase sin distancia de seguridad
Isabel Celáa, ministra del gobierno PSOE-Unidas Podemos, junto a miembro del clero, propietario de la patronal de la enseñanza privada subvencionada por el Estado
Manifestación de 2011 en Madrid de la Marea Verde por la Educación Pública, movimiento traicionado y desactivado por las burocracias sindicales
Enrique Ossorio (Consejero de Educadción de la Comunidad de Madrid, del PP), firme partidario de la educación privada, junto a Isabel Díaz Ayuso
Isabel Galvín (CCOO), Eduardo Sabina (UGT), Antonio Martínez (CSI-F Enseñanza) y Francisco Melcón (ANPE) junto a la antigua Presidenta de la Comunida de Mdrid, Cristina Cifuentes (PP)
Pancarta de denuncia a las burocracias sindicales de CCOO y UGT, sindicatos subvencionados por el régimen
Profesorado en lucha
Felipe VI con líderes de CCOO y UGT
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno del PSOE-Unidas Podemos con los líderes de CCOO y UGT y de la Patronal
Pintadas de Esquiroles y Sindicatos del poder en la sede de CCOO
La Comunidad educativa en lucha por la defensa de la Educación Pública
Pintada de denuncia contraaCCOO y UGT
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